Homilía del 18 de Abril de 2021: Evangelio y Palabra del Día

Homilía del 18 de Abril de 2021: Evangelio y Palabra del Día

LECTURA DEL DÍA


Primera lectura

Del Libro de los Hechos de los Apóstoles 3, 13-15. 17-19

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: “El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron a Pilato, y a quien rechazaron en su presencia, cuando él ya había decidido ponerlo en libertad. Rechazaron al santo, al justo, y pidieron el indulto de un asesino; han dado muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y de ello nosotros somos testigos.

Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes han obrado por ignorancia, de la misma manera que sus jefes; pero Dios cumplió así lo que había predicho por boca de los profetas: que su Mesías tenía que padecer. Por lo tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que se les perdonen sus pecados”.

Segunda Lectura

De la Primera Carta de Juan 2, 1-5a
Hijitos míos: Les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien peca, tenemos como intercesor ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Porque él se ofreció como víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero.

En esto tenemos una prueba de que conocemos a Dios, en que cumplimos sus mandamientos. El que dice: “Yo lo conozco”, pero no cumple sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado a su plenitud, y precisamente en esto conocemos que estamos unidos a él.


EVANGELIO DEL DÍA


Evangelio según Lucas 24, 35-48

Cuando los dos discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado en el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.

Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Ellos, desconcertados y llenos de temor, creían ver un fantasma. Pero él les dijo: “No teman; soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que tengo yo”. Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan de creer de pura alegría y seguían atónitos, les dijo: “¿Tienen aquí algo de comer?” Le ofrecieron un trozo de pescado asado; él lo tomó y se puso a comer delante de ellos.

Después les dijo: “Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”.

Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y les dijo: “Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto”.


HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO


El pasaje evangélico sugiere que el miedo a la alegría sea una enfermedad de los discípulos. También a veces nosotros tenemos miedo a la alegría y creemos que sea mejor pensar: ‘muy bien, Dios existe, pero que se quede allí’, ‘Jesús ha resucitado, ¡que siga allá!’ Como si qusiéramos mantener un poco de distancia cuando tenemos miedo de la cercanía de Jesús resucitado, pues nos parece ver un fantasma o pensamos que Jesús sea una simple forma de actuar. Nos convencemos de que ‘¡los cristianos debemos actuar así!’. […] En cambio, deberíamos preguntarnos: ‘¿Hablo con Jesús?’ ¿Le digo: ‘Jesús, creo que vives, que has resucitado, que estás cerca de mí, que no me abandonas?’ Este es el diálogo con Jesús resucitado propio de la vida cristiana, animado por la conciencia de que Jesús vive y que está siempre con nosotros; que nos acompaña siempre en medio de nuestros problemas, de nuestras dificultades y de nuestras buenas obras.

(Homilía desde Santa Marta – 24 de abril de 2014)


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