Homilía del 29 de Setiembre de 2021: Evangelio y Palabra del Día

Homilía del 29 de Setiembre de 2021: Evangelio y Palabra del Día

LECTURA DEL DÍA


Del Libro de Deuteronomio 7, 9-10. 13-14

Yo, Daniel, tuve una visión nocturna:
Vi que colocaban unos tronos
y un anciano se sentó.
Su vestido era blanco como la nieve,
y sus cabellos, blancos como lana.
Su trono, llamas de fuego,
con ruedas encendidas.
Un río de fuego brotaba delante de él.
Miles y miles lo servían,
millones y millones estaban a sus órdenes.
Comenzó el juicio y se abrieron los libros.

Yo seguí contemplando en mi visión nocturna
y vi a alguien semejante a un hijo de hombre,
que venía entre las nubes del cielo.
Avanzó hacia el anciano de muchos siglos
y fue introducido a su presencia.
Entonces recibió la soberanía, la gloria y el reino.
Y todos los pueblos y naciones
de todas las lenguas lo servían.
Su poder nunca se acabará, porque es un poder eterno,
y su reino jamás será destruido.


EVANGELIO DEL DÍA


Evangelio según Juan 1, 47-51

En aquel tiempo, cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: “Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez”. Natanael le preguntó: “¿De dónde me conoces?” Jesús le respondió: “Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera”. Respondió Natanael: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel”. Jesús le contestó: “Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver”. Después añadió: “Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.


HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO

Satanás siempre busca destruir al hombre. Es astuto: lo dice la primera página del Génesis; es astuto. Presenta las cosas como si fueran buenas. Pero los ángeles nos defienden. Defienden al hombre y defienden al Dios-Hombre, al Hombre más grande que ha existido, a Jesucristo que es la perfección de la humanidad, el hombre más santo. Nosotros, si no luchamos, seremos derrotados. Afortunadamente la función de auxiliarnos en esta lucha el Señor la ha encomendado principalmente a sus ángeles: luchar para vencer. El oráculo del Apocalipsis que describe esta dura batalla, concluye en este hermoso modo: «Ahora se han cumplido la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios. Ellos lo han vencido gracias a la sangre del Cordero y a la palabra del testimonio que dieron, porque no amaron su vida ante la muerte. Por eso, que se alegren los cielos y los que moran en sus tiendas». (cfr. Ap. 12,10-12).

(Homilía Santa Marta, 29 de septiembre de 2014)


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *