Homilía del 19 de Octubre de 2019: Evangelio y Palabra del Día

Homilía del 19 de Octubre de 2018: Evangelio y Palabra del Día

LECTURA DEL DÍA

Rom 4, 13. 16-18

Hermanos: La promesa que Dios hizo a Abraham y a sus descendientes, de que ellos heredarían el mundo, no dependía de la observancia de la ley, sino de la justificación obtenida mediante la fe.

En esta forma, por medio de la fe, que es gratuita, queda asegurada la promesa para todos sus descendientes, no sólo para aquellos que cumplen la ley, sino también para todos los que tienen la fe de Abraham. Entonces, él es padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te he constituido padre de todos los pueblos.

Así pues, Abraham es nuestro padre delante de aquel Dios en quien creyó y que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que todavía no existen. Él, esperando contra toda esperanza, creyó que habría de ser padre de muchos pueblos, conforme a lo que Dios le había prometido: Así de numerosa será tu descendencia.

EVANGELIO DEL DÍA

Lc 12, 8-12

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les aseguro que a todo aquel que me reconozca abiertamente ante los hombres, lo reconocerá abiertamente el Hijo del hombre ante los ángeles de Dios; pero a aquel que me niegue ante los hombres, yo lo negaré ante los ángeles de Dios.

A todo aquel que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero a aquel que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.

Cuando los lleven a las sinagogas y ante los jueces y autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que convenga decir».

HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO

Existe esta gran maravilla, este sacerdocio de Jesús en tres etapas: una en la que perdona los pecados una vez, para siempre; aquel en el que intercede ahora por nosotros; y el que sucederá cuando regrese, pero también está lo contrario, «la blasfemia imperdonable». Es difícil escuchar a Jesús decir estas cosas, pero Él lo dice y si lo dice es verdad. «En verdad les digo que todo será perdonado a los hijos de los hombres, y sabemos que el Señor lo perdona todo si abrimos un poco nuestros corazones. Todo! – los pecados y también todas las blasfemias que dirán – ¡incluso las blasfemias serán perdonadas! – pero quien blasfeme contra el Espíritu Santo no será perdonado para siempre «.

(Santa Marta 23 de octubre de 2017)

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