Homilía del 19 de Octubre de 2024: Evangelio y Palabra del Día

Homilía del 19 de Octubre de 2024: Evangelio y Palabra del Día

LECTURA DEL DÍA


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios

Ef 1, 15-23

Hermanos: Me he enterado de su fe en el Señor Jesús y del amor que demuestran a todos los hermanos, por lo cual no dejo de dar gracias por ustedes, ni de recordarlos en mis oraciones, y le pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, que les conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerlo. Le pido que les ilumine la mente para que comprendan cuál es la esperanza que les da su llamamiento, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da a los que son suyos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros, los que confiamos en él, por la eficacia de su fuerza poderosa.

Con esta fuerza resucitó a Cristo de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, por encima de todos los ángeles, principados, potestades, virtudes y dominaciones, y por encima de cualquier persona, no sólo del mundo actual, sino también del futuro. Todo lo puso bajo sus pies y a él mismo lo constituyó cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo, y la plenitud del que lo consuma todo en todo.


EVANGELIO DEL DÍA

Lectura del santo evangelio según san Lucas

Lc 12, 8-12

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo les aseguro que a todo aquel que me reconozca abiertamente ante los hombres, lo reconocerá abiertamente el Hijo del hombre ante los ángeles de Dios; pero a aquel que me niegue ante los hombres, yo lo negaré ante los ángeles de Dios.

A todo aquel que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero a aquel que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.

Cuando los lleven a las sinagogas y ante los jueces y autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que convenga decir’’.


HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO

El Espíritu Santo nos guía en esta memoria; nos guía para discernir, para discernir lo que tengo que hacer ahora, cuál es el camino correcto y cuál es el equivocado, también en las pequeñas decisiones. Si le pedimos la luz al Espíritu Santo, Él nos ayudará a discernir para tomar las decisiones correctas, las pequeñas de cada día y las más grandes. Es quien nos acompaña, nos apoya en el discernimiento. Por lo tanto, el Espíritu que enseña: nos enseñará todo, es decir, hará crecer la fe, nos introducirá en el misterio; el Espíritu que nos recuerda: nos recuerda la fe, nos recuerda nuestra vida; es el Espíritu que en esta enseñanza y en este recuerdo nos enseña a discernir las decisiones que debemos tomar. Y los Evangelios le dan un nombre, al Espíritu Santo —sí, Paráclito, porque te sostiene, pero otro nombre más hermoso—: es el Don de Dios. El Espíritu es el Don de Dios. El Espíritu es realmente el Don. No os dejaré solos, os enviaré un Paráclito que os sostendrá y os ayudará a seguir adelante, a recordar, discernir y crecer. El don de Dios es el Espíritu Santo. Que el Señor nos ayude a guardar este Don que nos dio en el Bautismo y que todos tenemos dentro.

(Homilía Santa Marta, 11 de mayo de 2020)

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