Homilía del 19 de Noviembre de 2020: Evangelio y Palabra del Día

Homilía del 19 de Noviembre de 2020: Evangelio y Palabra del Día

LECTURA DEL DÍA


Apocalipsis 5, 1-10

Yo, Juan, vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono, un libro escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. Y vi un ángel poderoso, que gritaba con fuerte voz: “¿Quién es digno de abrir el libro y de romper sus sellos?” Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro ni ver su contenido.

Lloré mucho porque no había nadie digno de abrir el libro y de ver su contenido. Entonces, uno de los ancianos me dijo: “Ya no llores, porque ha vencido el león de la tribu de Judá, el descendiente de David, y él va a abrir el libro y sus siete sellos”.

Vi entonces junto al trono, en medio de los cuatro seres vivientes y de los ancianos, un Cordero. Estaba de pie, y mostraba las señales de haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios, enviados por toda la tierra. Se acercó y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Y al tomarlo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero, con sus cítaras y sus copas de oro llenas de incienso, que significan las oraciones de los santos. Y se pusieron a cantar un cántico nuevo, diciendo:

“Tú eres digno de tomar el libro
y de abrir sus sellos,
porque fuiste sacrificado
y con tu sangre compraste para Dios
hombres de todas las razas y lenguas,
de todos los pueblos y naciones,
y con ellos has constituido un reino de sacerdotes,
que servirán a nuestro Dios y reinarán sobre la tierra”.


EVANGELIO DEL DÍA


Evangelio según Lucas 19, 41-44

En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló la ciudad, lloró por ella y exclamó:

“¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste la oportunidad que Dios te daba”.


HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO


«Ante las calamidades, las guerras que se hacen para adorar al dios dinero, tantos inocentes muertos por las bombas que arrojan los adoradores del ídolo dinero, también hoy Dios sigue llorando -con lágrimas de padre y madre- y dice: ‘Jerusalén, Jerusalén, hijos míos, ¿qué estáis haciendo?’. Y se lo dice a las pobres víctimas y también a los traficantes de armas y a todos los que venden la vida de las personas. Nos hará bien pensar que nuestro Dios se hizo hombre para poder llorar, y nos hará bien pensar que nuestro Padre Dios sigue llorando hoy: llora con y por esta humanidad que no entiende ni quiere aceptar la paz que Jesús nos ha regalado: la paz de su Amor que da la vida».

(Santa Marta 27 de octubre de 2016)


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