Homilía del 29 de Octubre de 2021: Evangelio y Palabra del Día

Homilía del 29 de Octubre de 2021: Evangelio y Palabra del Día

LECTURA DEL DÍA


De la Carta de Pablo a los Romanos 9, 1-5

Hermanos: Les hablo con toda verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia me atestigua, con la luz del Espíritu Santo, que tengo una infinita tristeza y un dolor incesante tortura mi corazón.

Hasta aceptaría verme separado de Cristo, si esto fuera para bien de mis hermanos, los de mi raza y de mi sangre, los israelitas, a quienes pertenecen la adopción filial, la gloria, la alianza, la ley, el culto, las promesas. Ellos son descendientes de los patriarcas; y de su raza, según la carne, nació Cristo, el cual está por encima de todo y es Dios bendito por los siglos de los siglos. Amén.


EVANGELIO DEL DÍA


Evangelio según Luca 14, 1-6

Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Había allí, frente a él, un enfermo de hidropesía, y Jesús, dirigiéndose a los escribas y fariseos, les preguntó: “¿Está permitido curar en sábado o no?”

Ellos se quedaron callados. Entonces Jesús tocó con la mano al enfermo, lo curó y le dijo que se fuera. Y dirigiéndose a ellos les preguntó: “Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su burro o su buey, ¿no lo saca enseguida, aunque sea sábado?” Y ellos no supieron qué contestarle.


HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO

Esta forma de vivir apegada a la ley alejó a los doctores de la ley del amor y la justicia. Se preocuparon por la ley, descuidaron la justicia. Se preocuparon por la ley, descuidaron el amor. [..] Y Jesús sólo encuentra una palabra para estas personas: hipócritas. […] El camino que nos enseña Jesús es totalmente opuesto al de los doctores de la ley. Este camino suyo, del amor a la justicia, lleva a Dios. En cambio, el otro camino, el de apegarse sólo a la ley, a la letra de la ley, lleva a la cerrazón, lleva al egoísmo. El camino que va del amor al conocimiento y al discernimiento, a la plena realización, conduce a la santidad, a la salvación, al encuentro con Jesús. […] Jesús se acerca: su cercanía es precisamente la prueba de que estamos en el verdadero camino. Porque es precisamente la forma que Dios ha elegido para salvarnos: la cercanía. Se acercó a nosotros, se hizo hombre. La carne: la carne de Dios es el signo; la carne de Dios es el signo de la verdadera justicia. Dios que se hizo hombre como uno de nosotros, y nosotros que debemos hacernos como los demás, como los necesitados, como los que necesitan nuestra ayuda.

(Homilía, 31 de octubre de 2014)


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