Homilía del 3 de Marzo de 2022: Evangelio y Palabra del Día

Homilía del 3 de Marzo de 2022: Evangelio y Palabra del Día

LECTURA DEL DÍA


Lectura del libro del Deuteronomio

Dt 30, 15-20

Esto dice el Señor: “Mira: Hoy pongo delante de ti la vida y el bien o la muerte y el mal. Si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor tu Dios, siguiendo sus caminos, cumpliendo sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y te multiplicarás. El Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazón se resiste y no obedeces, si te dejas arrastrar y te postras para dar culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que perecerás sin remedio y que, pasado el Jordán para entrar a poseer la tierra, no vivirás muchos años en ella.

Hoy tomo por testigos al cielo y a la tierra de que les he propuesto la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Elige la vida y vivirás, tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a él; pues en eso está tu vida y el que habites largos años en la tierra que el Señor prometió dar a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob’’.


EVANGELIO DEL DÍA


Evangelio según Lucas

Lc 9, 22-25

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día”.

Luego, dirigiéndose a la multitud, les dijo: “Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga.

Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?’’


HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO

No podemos pensar en la vida cristiana fuera de este camino. Siempre está este camino que él tomó primero: el camino de la humildad, el camino de la humillación, de aniquilarse a sí mismo, y luego levantarse de nuevo. Pero este es el camino. El estilo cristiano sin la cruz no es cristiano, y si la cruz es una cruz sin Jesús, no es cristiana. Y este estilo nos salvará, nos dará alegría y nos hará fructíferos, porque este camino de negarse a sí mismo es para dar vida, está en contra del camino del egoísmo, de estar apegado a todos los bienes sólo para mí. Este camino está abierto a otros, porque ese camino que hizo Jesús, de aniquilación, ese camino era para dar vida.

(Santa Marta, 6 de marzo de 2014)

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