Homilía del 7 de Septiembre de 2020: Evangelio y Palabra del Día

Homilía del 7 de Septiembre de 2020: Evangelio y Palabra del Día

LECTURA DEL DÍA


De la Primera Carta de Pablo a los Corintios Cor 5, 1-8
Queridos hermanos: Es voz común que hay entre ustedes un caso de inmoralidad tan grande, que ni entre los paganos existe, pues uno de ustedes vive con la mujer de su padre.

Y todavía andan ustedes presumiendo, cuando más bien deberían estar de luto y haber arrojado de entre ustedes al que cometió semejante enormidad. Por mi parte, yo, ausente de cuerpo, pero presente en espíritu, ya pronuncié mi sentencia como si hubiera estado presente, contra el que ha hecho eso.

Reúnanse, pues, ustedes –yo estaré presente en espíritu–, y en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con su poder, entreguen a ese hombre a Satanás para castigo de su cuerpo, a fin de que su espíritu se salve el día del Señor.

Así que no está bien que anden presumiendo. ¿No saben que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Tiren la antigua levadura, para que sean una masa nueva, ya que son pan sin levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.

Celebremos, pues, la fiesta de la Pascua, no con la antigua levadura, que es de vicio y maldad, sino con el pan sin levadura, que es de sinceridad y verdad.


EVANGELIO DEL DÍA


Evangelio según Lucas 6, 6-11

Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y fariseos estaban acechando a Jesús para ver si curaba en sábado y tener así de qué acusarlo.

Pero Jesús, conociendo sus intenciones, le dijo al hombre de la mano paralizada: “Levántate y ponte ahí en medio”. El hombre se levantó y se puso en medio. Entonces Jesús les dijo: “Les voy a hacer una pregunta: ¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado: el bien o el mal, salvar una vida o acabar con ella?” Y después de recorrer con la vista a todos los presentes, le dijo al hombre: “Extiende la mano”. El la extendió y quedó curado.

Los escribas y fariseos se pusieron furiosos y discutían entre sí lo que le iban a hacer a Jesús.


HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO


Cuando un padre o una madre, o incluso simplemente amigos, traían a un enfermo frente a él para tocarlo y curarlo, no ponía tiempo en el medio; La sanidad vino antes que la ley, incluso aquella tan sagrada como el reposo sabático. Los doctores de la ley reprocharon a Jesús por sanar en sábado, por hacer el bien en sábado. Pero el amor de Jesús significaba dar salud, hacer el bien: ¡y esto siempre es lo primero!

(Audiencia general, miércoles 10 de junio de 2015)


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