Homilía del 1 de Julio de 2020: Evangelio y Palabra del Día

Homilía del 1 de Julio de 2020: Evangelio y Palabra del Día

LECTURA DEL DÍA


Am 5, 14-15. 21-24

Esto dice el Señor:
“Busquen el bien, no el mal, y vivirán,
y así estará con ustedes, como ustedes mismos dicen,
el Señor, Dios de los ejércitos.
Aborrezcan el mal y amen el bien,
implanten la justicia en los tribunales;
quizá entonces el Señor, Dios de los ejércitos,
tenga piedad de los sobrevivientes de José.

Yo desprecio y detesto las fiestas de ustedes,
no me agradan sus solemnidades.
Aunque me ofrezcan holocaustos,
no aceptaré sus ofrendas
ni miraré con agrado sus sacrificios de novillos gordos.
Alejen de mí el ruido de sus canciones;
no quiero escuchar la música de sus arpas.
Que fluya la justicia como el agua
y la bondad como un torrente inagotable’’.


EVANGELIO DEL DÍA


Mt 8, 28-34
En aquel tiempo, cuando Jesús desembarcó en la otra orilla del lago, en tierra de los gadarenos, dos endemoniados salieron de entre los sepulcros y fueron a su encuentro. Eran tan feroces, que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. Los endemoniados le gritaron a Jesús: “¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Acaso has venido hasta aquí para atormentarnos antes del tiempo señalado?”
No lejos de ahí había una numerosa piara de cerdos que estaban comiendo. Los demonios le suplicaron a Jesús: “Si vienes a echarnos fuera, mándanos entrar en esos cerdos”. El les respondió: “Está bien”.
Entonces los demonios salieron de los hombres, se metieron en los cerdos y toda la piara se precipitó en el lago por un despeñadero y los cerdos se ahogaron.
Los que cuidaban los cerdos huyeron hacia la ciudad a dar parte de todos aquellos acontecimientos y de lo sucedido a los endemoniados. Entonces salió toda la gente de la ciudad al encuentro de Jesús, y al verlo, le suplicaron que se fuera de su territorio.


HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO


«Hay algunos sacerdotes que cuando leen este pasaje del Evangelio, éste y otros, dicen: ‘En realidad Jesús curó esta persona de una enfermedad mental’. Es cierto que en aquella época se podía confundir la epilepsia con la posesión del diablo; ¡Pero también es cierto que existe el demonio! Y no tenemos derecho a simplificar todo diciendo: ‘Toda esta gente no estaba poseída; eran solo enfermos psíquicos’. Recordemos que el demonio está presente desde la primera a la última página de la Biblia, y que al final se narra la victoria definitiva de Dios sobre el maligno».

(Santa Marta 11 de octubre de 2013 )


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *