San Bernardo, (1090-1153) abad del monasterio cisterciense de Claraval, Francia, fue el último de los Padres de la Iglesia.
Éstos Sermones sobre el Cantar de los Cantares, es su obra maestra, se trata de una suma teológica: trata todos los temas, o casi todos, los que solían exponerse en las colecciones de Sentencias de la primera mitad del siglo XII; en la que no se detiene en las nociones fundamentales de la doctrina cristiana que se suponen ya conocidas, sino en la “doctrina del espíritu”, la “sabiduría”, hoy diríamos la espiritualidad: el Cantar es un “discurso contemplativo”, que supone ya conocida la “disciplina” práctica a observar.
Eso es lo que hoy llamamos la “teología espiritual”, es decir, se indaga la vida espiritual: su concepto, los modos de progreso desde los inicios hasta la cumbre de la perfección mística.
En estos sermones San Bernardo nos anuncia el tema: como el Cantar es una “poesía lírica”, un “canto nupcial”, y trata esencialmente de tres realidades, enunciadas en una fórmula de gran densidad: Cristo, la Iglesia, y su unión: Cristo y las virtudes de la Iglesia, y su matrimonio es amor sagrado, trasmitiendo el gozo propio del lenguaje lleno de encanto y alegría del texto explicado.